Los territorios presentan desequilibrios en su nivel de desarrollo económico, y la mitad de esas diferencias se explican por el talento de su capital humano (Acemoglu y Dell, 2010). La educación y la formación determinan el nivel de renta de un territorio mucho más que su geografía, sus instituciones o su dotación de recursos naturales. Sin embargo, comprender cómo generar desarrollo a partir de la educación y formación, y encontrar vías de financiación supone un reto para las autoridades públicas.
¿Cómo puede el desarrollo del talento beneficiar a un territorio?
Desarrollar el talento, o educar y formar al capital humano puede tener efectos muy positivos en el desarrollo de un territorio, a través de estos mecanismos:
- El personal con una cualificación elevada y adaptada a las necesidades del mercado incrementa la productividad de las empresas. Además, la formación de personas emprendedoras ejerce una influencia destacable en la creación y productividad de nuevas empresas.
- Las personas llenas de talento localizadas en un espacio interactúan entre ellas, transmitiendo conocimiento de manera informal generando sinergias entre ellas capaces de incrementar sus actividades y su eficiencia.
- La creación de empresas productivas capaces de desarrollar y retener talento atraen nuevas personas emprendedoras con altos niveles de formación y personal cualificado, generando un círculo virtuoso en el territorio.
La educación y formación a todos los colectivos conlleva efectos positivos, pero estudios científicos (Gennaioli et al. 2011) demuestran que el retorno de la capacitación de trabajadores es más modesto que la educación y formación orientada a personas emprendedoras. Su impacto en el incremento de actividad económica, beneficios, recaudación y empleo convierten a este colectivo en una de las apuestas estratégicas más interesantes.
¿Qué instrumentos pueden financiar iniciativas locales para el desarrollo de talento?
Los recursos necesarios para llevar adelante iniciativas locales o regionales no siempre están disponibles. Por fortuna, la Comisión Europea cuenta con el programa Erasmus+, un instrumento para la financiación de proyectos transnacionales de educación y formación a lo largo de la vida.
Las autoridades territoriales pueden utilizar este programa para materializar parte de sus estrategias de educación y formación, sumando fuerzas con otros entes públicos, privados, fundaciones, institutos tecnológicos o centros educativos de toda Europa. La Comisión Europea financia al 100% las actividades elegibles.
Para ello, es necesario definir una idea de proyecto, digerir la legislación europea aplicable, buscar socios europeos que aporten capacidades necesarias y redactar una propuesta de proyecto, preferiblemente en inglés, con la calidad suficiente para superar la competición pública.
La Fundación Equipo Humano ha asistido durante los últimos 3 meses al Ajuntament de Rafelbunyol en la preparación del proyecto EYE-VENTURE, que tiene como misión mejorar las competencias en emprendimiento de sus jóvenes de 15 a 18 años. Institutos de secundaria y centros de formación especialistas en emprendimiento de España, Finlandia, Croacia y Portugal intercambiarán metodologías y materiales de formación para el emprendimiento. En caso de aprobación, los jóvenes de Rafelbunyol formarán grupos de trabajo con jóvenes croatas y finlandeses para crear un proyecto empresarial. Todos ellos se viajarán a Helsinki y València para recibir formaciones intensivas, y recibirán tutorías a lo largo del proyecto.
El desarrollo del talento constituye un enorme potencial de desarrollo en los territorios. El Programa Erasmus+ ofrece a las autoridades territoriales un marco para el desarrollo y financiación de proyectos europeos con impactos locales.
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