Contar con un plan de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres se está convirtiendo en factor decisivo del éxito empresarial en el actual entorno de competencia globalizada.

Así, promover la cultura de la igualdad de oportunidades es un valor estratégico para cualquier proyecto empresarial.

Pero, ¿es obligatorio contar con un plan de igualdad en mi empresa?

Desde el pasado mes de marzo, es una obligación para todas las empresas con más de 150 trabajadores/as que deben contar con un Plan de Igualdad en cumplimento de la Ley Orgánica 3/1997, para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres .

Además, esta obligación se extenderá a las empresas de más de 100 trabajadores/as en marzo de 2021 y a las de 50 trabajadores/as un año después. Una obligación que conlleva importantes sanciones en caso de incumplimiento.

Con una buena planificación, un plan de igualdad puede disparar el desarrollo de tu empresa.

Y es que la igualdad ha llegado para quedarse, los planes de igualdad no sólo cumplen con una obligación legal, sino que se convierten en un posicionamiento estratégico de las empresas que les aporta valor añadido, ventajas competitivas y mayor productividad.

Además de una mejora de su imagen, reputación y prestigio y un mejor clima laboral incrementando el compromiso de los trabajadores/as hacia la empresa y su productividad.

El Plan de Igualdad debe ser un instrumento que permita a la empresa contar con un conjunto de medidas y acciones, previamente planificadas y aprobadas entre la empresa y los representantes de los trabajadores/as, para avanzar en la igualdad de oportunidades.

Unas medidas que deben ser personalizadas, atendiendo al perfil y situación de cada empresa y que deben partir del previo análisis de la plantilla, sus condiciones laborales, organización y gestión de los recursos humanos, recogido en el preceptivo informe de diagnóstico.

Así, es un documento estratégico, dirigido a posicionar a la empresa en materia de igualdad de oportunidades, que permite atraer y retener talento al aprovechar el potencial y capacidad de todos sus trabajadores/as.

Además, consigue mejorar la gestión de los recursos humanos desde la diversidad como ventaja competitiva que suma y enriquece.

Pero además, los planes de igualdad contribuyen, desde la empresa, a la construcción del mercado de trabajo en igualdad de oportunidades y sin discriminación o desigualdad por razón de sexo que necesita nuestro país.

¿Qué asumen las empresas al implementar sus planes de igualdad?

• Los principios de igualdad de oportunidades.
• El valor de la diversidad
• La participación equilibrada de hombres y mujeres en la empresa
• Las políticas de conciliación y corresponsabilidad.
• La gestión eficiente del tiempo y el uso de un modelo de comunicación no sexista.

Se convierten en herramientas útiles para poner en valor las capacidades y habilidades potenciales de las mujeres, favorecer la conciliación y la corresponsabilidad y mejorar las condiciones en materia de salud y riesgos laborales, promoviendo y visibilizando el liderazgo femenino.

¿Cuál es el objetivo principal de los planes de igualdad?

Sus objetivos principales son:

• El fortalecimiento de la igualdad de trato entre hombres y mujeres mediante la integración de la perspectiva de género en la cultura de la empresa.
• Conseguir una política retributiva de igual trabajo igual valor.
• La búsqueda de la conciliación y corresponsabilidad de los y las trabajadoras/as.

El compromiso empresarial con la igualdad de género, es una realidad que va más allá de una obligación legal, es una superación continua y un esfuerzo en transformación de la cultura de gestión innovadora de los recursos humanos de las empresas que se encuentra.

En la mayoría de los casos, con las dificultades de realización de unos planes cuya negociación y aprobación obliga a la empresa a contar con  apoyo técnico externo especializado en recursos humanos e igualdad de género.

Las empresas son conscientes de la necesidad de cumplir con su responsabilidad social corporativa y cada vez vemos más compañías que introducen políticas de igualdad y diversidad en su cultura y modelo de gestión.

Sin que estos avances se vean comprometidos por las dificultades económicas que la pandemia del COVID está causando, un esfuerzo que debe valorarse positivamente porque contribuir a la igualdad es contribuir a la justicia social.

El reto social y empresarial de la igualdad pasa por sentar las bases de la igualdad en el desarrollo laboral, la conciliación y corresponsabilidad, la educación en igualdad y la lucha contra la violencia de género.

Pasa por una mayor sensibilidad social de las empresas para no dejar a nadie atrás. Pasa por el compromiso del mundo empresarial con una sociedad más justa y equilibrada.

Susana Camarero – Consejera de igualdad de Fundación Equipo Humano

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