Alejandro Aguilar Català es uno de nuestros últimos participantes en el programa Erasmus para Jóvenes Emprendedores (EYE, por sus siglas en inglés). Su vocación por cuidar del medio ambiente y hacer de nuestro entorno un lugar más sostenible y habitable, le llevó a estudiar Ciencias Ambientales. En el último año, nuestro nuevo emprendedor se animó a colaborar durante 5 meses con Antonio Bova, un ingeniero italiano que ha decidido acogerlo en su empresa (Studio Bova) y ver hasta dónde pueden llegar sus sinergias y sus ideas.
Entrevista a Alejandro Aguilar Català
Cuéntanos un poco tu trayectoria profesional, ¿cuál era tu situación laboral antes de participar en el programa Erasmus para Emprendedores?
Siendo preciso, justo antes del programa yo estaba en paro. Colaboraba con una ONG que me ayudaba a conseguir un poco de dinero extra. Pero, anteriormente, he estado cambiando de trabajo, desde startups a empresas consolidadas. Quizá el punto en común en todos los puestos haya sido la calidad y el medio ambiente junto con la satisfacción del cliente. Pero lo más importante para mí era que siempre avasallaba a preguntas a mis superiores, intentando entender el funcionamiento, los procesos, mecanismos, trato con los clientes, compras, problemas legales, abastecimientos…
¿Cómo se te ocurrió la idea de negocio que te llevó a participar en el programa?
Es una idea que viene de largo, de cuando estudiaba ciencias ambientales en la universidad. Siempre me ha preocupado el medio ambiente, así como siempre me han fascinado los entornos naturales, por lo que acabé entendiendo que no podemos dedicarnos solamente a salvar los bosques, sino que es necesario que nuestras actividades como especie humana tengan en consideración todos los recursos naturales.
Y, sabiendo que normalmente las empresas buscan competitividad y siempre están con el agua al cuello, el respeto por el medio ambiente no puede ser un simple lujo, debe de ser realmente una eficiencia de procesos.
¿Cómo descubriste el programa Erasmus para Emprendedores?
En el año 2018 participé en el programa Servicio de Voluntariado Europeo (SVE) que, si no me equivoco, ahora se denomina European Solidarity Corps. Allí me explicaron diferentes programas y, dado que conocían mi interés por emprender, me informaron de la existencia del programa Erasmus para Jóvenes Emprendedores. Es más, durante mi voluntariado conocí en una conferencia a mi actual Empresario de Acogida (HE, por sus siglas en inglés).
¿Por qué te interesó tu emprendedor/a de acogida? ¿Cómo fue el proceso de match? ¿En qué aspectos pensabas que tu emprendedor/a de acogida podría ayudarte en tu Plan de Negocio? ¿Ha sido así? En caso de respuesta afirmativa ¿en cuáles?
Recogiendo de la pregunta anterior, conocí a Antonio (mi Host Entrepreneur – HE) por casualidad cuando me encontraba en Suecia haciendo mi SVE. Me habló de su negocio, de cómo estaba reconvirtiendo la profesión de ingeniero clásica -que no le llenaba interiormente- hacia un enfoque medioambiental holístico. Nos dimos cuenta que teníamos una visión e intereses muy similares.
Además, me contó por encima cómo conseguía a sus clientes, todo lo que había estado aprendiendo en diversas empresas que había creado o participado. Así que, en suma, lo que me llamó la atención fue su interés en renovarse constantemente y sus estrategias para el marketing y captación de clientes.
Las Organizaciones Intermediarias (IO) son el punto de contacto principal del Programa Erasmus para Jóvenes Emprendedores. ¿Qué tal ha sido tu experiencia con ellas? ¿Qué destacarías?
Mi contacto con el equipo de mi Organización Intermediaria Española del programa EYE (Fundación Equipo Humano – FEH) ha sido, desde el primer momento, muy alentador. Su profesionalidad y cercanía hacía que me sintiera seguro con el proceso, incluso con la pandemia de por medio. Hay que tener en cuenta que nuestra idea inicial era que yo llegara a Italia en marzo, justo cuando azotó la crisis de la Covid-19, por lo que apunto estuve de tirar la toalla, pero me sentí respaldado por un IO con una sólida experiencia, sobre el que tuve siempre la sensación de que sabían dónde me estaban metiendo.
Finalmente, pospusimos el inicio de nuestra colaboración a finales de junio, pero no he encontrado ningún problema a la hora de posponer en base a las circunstancias.
¿Has cambiado/modificado algunos de los aspectos/partes de tu Plan de Negocio? ¿Cuáles? ¿Qué te hizo cambiar ese aspecto?
He desarrollado una idea de marketing y contacto con clientes que debo aterrizar con nombres y contactos, pero que en esencia está completa. Por otra parte, me he dado cuenta que mi plan de negocio aún necesita de más “realidad”, así que voy a seguir trabajando en mi idea e incluso pienso hacer trabajos gratuitos para ver si realmente es viable lo que pretendo, o si tengo la capacidad y el conocimiento para llevarla a cabo.
¿En qué crees que has contribuido a mejorar la organización de tu HE?
Antonio es autónomo. Su empresa y actividad, aunque pequeñas, le llevan mucho tiempo sólo para seguir adelante. Cuando empezamos la relación, había desarrollado una nueva línea de negocio que es a la que actualmente le dedica más tiempo.
En las primeras semanas me enseñó algunas de las tareas más sencillas de realizar, para más adelante dejarme liderar una de las tareas que le ha permitido conseguir una mayor organización de toda su área de acción. Por supuesto, también participé en este proceso reorganizativo, pues tengo una buena formación y experiencia en actividades con un gran abanico de servicios.
¿Cuáles han sido tus responsabilidades estos meses? ¿Qué conocimientos o habilidades relacionadas con la gestión de una empresa dirías que has mejorado?
Por un lado, como ya he comentado antes, algunas tareas de recepción y compilación de los procesos con clientes, tanto de nuevos clientes como los ya activos. En definitiva, una participación en la creación de un flujo de trabajo después del primer contacto hasta la finalización del servicio.
Por otro lado, Antonio llevaba tiempo queriendo acercarse a la línea ecológica, como la eficiencia energética, procesos bioquímicos, nuevos materiales, incluso bioconstrucción. Con mis conocimientos y mis investigaciones, hemos podido crear unas buenas bases para ofrecer un nuevo servicio a sus clientes.
Por último, dando ejemplo se enseña. Ahora todos sus comunicados se hacen usando papel reciclado; también usa cartuchos reutilizables para las impresiones y tiene un presupuesto para instalar placas solares fotovoltaicas.
¿Cuáles eran tus expectativas de aprendizaje en el programa EYE? ¿Se han cumplido? ¿Qué beneficios dirías que ha tenido tu participación con el programa?
Mi business plan tenía dos patas que mejorar: una era la parte técnica y la otra el plan de marketing. Esta segunda es la que, sin duda, se ha visto más reforzada. Antes tenía una idea vaga de lo que debería hacer, ahora tengo un plan efectivo, paso por paso, por el que puedo conseguir financiación así como los primeros clientes.
La primera parte he podido ponerla en práctica un poco, con la propia empresa de Antonio y sus clientes. Por supuesto, no ha sido totalmente profunda porque Antonio es autónomo y, como no había un acuerdo firme con sus clientes, no disponía de todos los datos para planificar un plan de ahorro. Sin embargo, ha sido suficiente para testearlo.
Tras tu paso por esta mentorización en emprendimiento, ¿cuáles pueden ser tus proyectos de futuro? ¿Tienes previsto seguir colaborando con tu host? ¿Cuáles son las lecciones que sacarías tras estos meses?
De la colaboración con Antonio me llevo una buena amistad. Por supuesto que volveré a colaborar con él siempre que necesite una mano, y también cuando yo necesite un poco de ayuda cuando finalmente me decida a emprender mi propio proyecto. De hecho, como sólo han sido cinco meses, hemos quedado en dejar abierta la posibilidad para hacer el sexto mes en 2021, si nuestras situaciones lo permiten.
¿Cómo os ha afectado la situación planteada por el COVID19? ¿Cómo os habéis organizado? ¿Qué desafíos y cambios ha planteado en la gestión de tu negocio?
Aunque el coronavirus me ha impedido acompañarle en muchas de sus visitas, debido a los protocolos de acceso a las zonas de trabajo, no ha sido un gran impedimento en el quehacer diario. Si no podía acompañarle, me quedaba en la oficina haciendo otras tareas, ya fueran propias o de su empresa. Así, aunque perdía la posibilidad del seguimiento continuo, el tiempo se duplicó y a mí me ha permitido trabajar de manera autónoma en muchos aspectos, y a su organización le ha proporcionado más tiempo efectivo. Por supuesto, esto no quiere decir que estuviera siempre solo, la mayor parte del tiempo estábamos en la oficina trabajando juntos.