La frase que da título a este artículo podría considerarse como una mala traducción de algo que leí hace algún tiempo y que me inspiró fuertemente: “How to pitch and get founded”, escrito por Caroline Cummings. Cummings es una auténtica emprendedora, CEO en varias compañías tecnológicas e invitada como jueza en múltiples competiciones de planes de emprendimiento. Su retórica es clara y concisa, lo que se puede constatar al leer su artículo con detenimiento y que ha hecho que se convierta en lectura obligatoria para todas aquellas personas que deseen montar su negocio y conseguir fondos para ello.
En este artículo vamos a limitarnos a exponer sus ideas y adaptarlas a la necesidad de financiación de nuestros emprendedores, sin importar mucho la escala ni el potencial de crecimiento del emprendimiento. Para ello vamos a realizar una serie de artículos que irán desgranando el tema a lo largo de las próximas semanas y que mostrarán de la importancia de un buen ‘pitch’ (presentación en inglés) y los tipos y características que hallaremos. Esto no va a ser una traducción literal, sino más bien una traslación de sus ideas a nuestro contexto tratando de mantener el contenido original
EL PROPÓSITO DE UN BUEN ‘PITCH’
Aquí puedes encontrar 7 razones de peso para que te pares a pensar en cómo realizar una buena presentación, como por ejemplo:
- Maximizar la oportunidad del momento
Imagínate que acudes a una fiesta y te encuentras con uno de los líderes más potentes de tu sector, ¿a que te gustaría que conociese tu proyecto? Es importante estar preparado, ya que nunca sabes cuándo aparecerá la oportunidad de explicar tu negocio.
- Captar la atención de tu audiencia y provocar el deseo de saber más
Es importante tratar de no aburrir a tu audiencia con los detalles técnicos de tu producto o servicio. Tu objetivo debe ser provocar su interés para que tu audiencia tome la iniciativa de preguntarte.
- Contar una historia
Las mejores presentaciones son las que comienzan con una estimulante historia sobre alguien que usó tu producto. Si no la tienes, pregunta a tus clientes, y si no los tienes, crea un grupo de beta-clientes y comparte con ellos las primeras experiencias.
- Compartir tu pasión por tu oportunidad de negocio
Hay que perder el miedo escénico. Hay que ensayar y estar preparados para expresar entusiasmo en cualquier situación, pero más aún si es en público.
- Compartir tu personalidad
Cuanto más les gustes a tus inversores, más creerán en tu presentación y más te ayudarán. Pero tú tienes que “brillar” para que esto suceda. Tienes que mostrar tu personalidad con fuerza, y esto sólo se consigue con práctica.
- Comunicar la confianza que tienes en tu negocio
Si no demuestras confianza en tu negocio, ¿Cómo puedes esperar que tus inversores la tengan? No dudes en demostrar tu fe absoluta en tu negocio.
- Crear la situación para provocar las preguntas importantes
Tú quieres crear el ambiente que lleve a la necesidad de saber más. Crear una sensación de urgencia por saber más de tus ideas será clave para que el interés vaya creciendo.
En el siguiente artículo continuaré hablando de los tipos de pitch que existen, ¡no te lo pierdas!
Javier Aparicio Llovet
Consultor