Al inicio de los procesos de Recolócate me encuentro con personas que viven esta situación de maneras muy distintas. Tienen diferentes emociones, sorpresa, alivio, rabia…pero hay una que es quizás la más limitante y difícil de manejar: el miedo al fracaso. No es el problema externo lo que nos hace sentir pánico, sino el pensar que no tenemos recursos suficientes para enfrentarnos a él.
El miedo en general puede limitarte pero el temor al fracaso te mantiene inmóvil. Si vives con temor a equivocarte, no tendrás éxito. Esta domina las demás emociones y te paraliza por completo. El temor al fracaso es la anticipación o la visualización de un resultado negativo de una acción que todavía no ha ocurrido. Este sentimiento sale de tu mente, no es algo real, porque todavía no ha ocurrido nada, solo en tu cabeza y te sientes bloqueado. Preparando un curso de motivación les expuse a mis alumnos una historia de éxito tras fracaso. La clave en la mayoría de estos casos es la perseverancia. Persistir. Corregir lo que no funciona, y no desfallecer en cada intento que no sale bien, sin perder el buen ánimo.
Siempre me han llamado la atención estas anécdotas y en concreto les presenté la figura de Sr John Gurdon, Premio Nobel por sus estudios sobre Biología que conserva enmarcada la nota de su profesor de Eton que decía que era «demasiado estúpido para la biología». La nota dice textualmente: «no escucha e insiste en hacer las cosas a su manera. Dice que quiere ser científico pero basado en su desempeño es ridículo: si no puede aprender biología básica, difícilmente podrá hacer el trabajo de un especialista, y será una pérdida de tiempo tanto para él como para quien pretenda enseñarle».
Estas historias tratan acerca de creer que no existen atajos para lograr resultados firmes y a largo plazo. Tratan sobre el esfuerzo, la ilusión y la desilusión, las ganas, el afán de superación. Cualquier comienzo de una aventura, de un proyecto personal ó profesional es difícil, pero empieza por el primer paso, hay que ser valientes y darlo todo. Cualquier comienzo lleva unido el esfuerzo, la emoción, la ilusión y cierto temor pero si persistimos siempre llegan nuevas oportunidades.
Carmen Ortuño · Fundación Equipo Humano