Como se suele decir: buscar empleo es en sí mismo un trabajo, y como tal debemos organizarnos y dedicarle el tiempo necesario para que dé sus frutos.
Lo ideal sería dedicarle unas 8 diarias y establecer un horario para poder planificar todas las tareas que tenemos que realizar y el tiempo necesario para cada una. Cuando buscamos empleo es normal sentirnos agobiados, sobre todo si ya llevamos algún tiempo sin encontrar nada, y si no organizamos cuidadosamente el proceso de búsqueda podemos llegar a sentirnos abrumados y frustrados. Así, deberíamos empezar por diferenciar las tareas que tenemos que realizar, por ejemplo: elaborar el CV, redactar la carta de presentación, inscribirse en portales de empleo, buscar empresas del sector a las que enviar nuestra autocandidatura, aumentar nuestra red de contactos para incrementar las posibilidades de acceder a ofertas, solicitar cita con un orientador laboral o también, y quizás sea el momento idóneo, realizar esa formación que teníamos pendiente y que puede ayudarnos a reciclarnos y a resultar más atractivos como candidatos.
Hay que tener en cuenta que no se trata de estar 8 horas enviando CVs sin parar. Como señalaba antes, buscar empleo implica muchas y variadas tareas, algunas tan relevantes como el propio envío del currículum. Por eso es importante dedicarle el tiempo necesario a elaborar un buen CV, completo pero que no exceda las 2 páginas, atractivo, ordenado y sin faltas gramaticales o de ortografía.
La carta de presentación también es una herramienta muy útil, sobre todo si enviamos el currículum a empresas que no tienen en ese momento ninguna oferta activa. Su función es atraer la atención del reclutador para que lea nuestro CV y conseguir que nos recuerde en el futuro, cuando pueda tener alguna vacante disponible. La carta también nos permite destacar los aspectos de nuestro currículum que más se ajustan al puesto, por lo que no debemos hacer un resumen del CV, sino señalar lo más relevante.
Una vez que tengamos estas herramientas listas, llega el momento de utilizarlas. Por supuesto, cuanta mayor sea su difusión más posibilidades tendremos de conseguir una entrevista, pero no por ello debemos hacer envíos masivos a empresas que poco o nada tienen que ver con nuestro perfil profesional. Por eso, lo primero es seleccionar el tipo de empresa en la que estamos interesados en trabajar, teniendo en cuenta los puestos que tienen, el horario o la zona en la que se sitúa, en función de la disponibilidad de cada uno. A continuación podemos enviar la carta de presentación acompañada del CV, tratando de adaptar ambos al puesto o a la empresa en cuestión.
Es frecuente que a medida que nos ponemos en contacto con más y más empresas, olvidemos a cuáles hemos enviado el CV, cuáles nos han respondido, etc. Una técnica muy útil consiste en hacer un seguimiento mediante una agenda de búsqueda activa de empleo, que puede ser una agenda en papel, un documento Word o una hoja de Excel. Ahí podemos anotar cada empresa con la que contactamos, la persona de contacto, la recepción del CV, si hubo respuesta, si nos llamaron para entrevista y todo lo que se nos ocurra, de manera que podamos consultarlo en cualquier momento y evitar olvidos.
En esa agenda también podemos llevar un registro de los portales de empleo en los que nos registramos, junto con los usuarios y contraseñas que necesitamos para entrar y las ofertas a las que aplicamos.
Con estos pequeños trucos conseguiremos realizar una búsqueda de empleo más ordenada y eficaz ¡y seguro que pronto empezamos a ver buenos resultados!
Sandra Iglesias
Consultora de Empleo Fundación Equipo Humano
sandra.iglesias@fundacionequipohumano.es