La idea de Europa fue desarrollada durante siglos por la filosofía política. Sin embargo, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial, con la «Declaración Schuman» del 9 de mayo de 1950, cuando se materializó.
Dicha declaración se concreta en la primera Comunidad Europea, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), firmada y adoptada mediante el Tratado de París de 1951.
Esto supone el punto de arranque de lo que sería el proceso de construcción europea.
Desde sus inicios, dos objetivos presiden este proceso: la voluntad de asegurar la paz en Europa y ser conscientes de que la paz vendrá también por la condición de la prosperidad.
Por lo tanto, tenemos un dueto paz-prosperidad, que a su vez se plasman en las dos dimensiones que caracterizan el proceso de construcción europea desde los años 50: por una parte, la integración económica y, por otra, el objetivo final de unión política. Ello se plasma en las bases constitucionales de dicho proceso, esto es, en los tratados.
Los tres primeros tratados que fueron adoptados -el Tratado de París de 1951 y los dos tratados de Roma de 1957- son la primera expresión de una nueva tipología de organización política, que contempla la cesión de parcelas de soberanía de los Estados miembros hacia una entidad supranacional.
Pero… ¿Cómo surge la idea de Europa?
Después de la Segunda Guerra Mundial, Europa está totalmente devastada, tanto desde un punto de vista económico como desde un punto de vista moral. Los líderes europeos tienen dos grandes preocupaciones: la primera, cómo reconstruir el continente europeo; y la segunda, cómo garantizar que Alemania vuelva a integrarse en la comunidad internacional y que no vuelva a ser una potencia agresora.
Justo después de la guerra, vamos a encontrar ejemplos de cooperación intergubernamental entre los países europeos y eso va a poner los cimientos del proceso de integración europea.
Pero dichos ejemplos de cooperación no contaban con ninguna entidad dentro de estas organizaciones internacionales que representara el interés común o una visión supranacional. Eran más bien foros de discusión entre los Estados y solo promovían los intereses de cada uno de ellos.
Es entonces cuando los padres fundadores de la Unión Europea se dieron cuenta de que necesitábamos algo más. Ese algo más fue idea de Jean Monnet, alto funcionario francés, quien sugirió a su Ministro de Exteriores, Robert Schuman, que le hiciese una propuesta revolucionaria a los alemanes: la creación de la CECA, una nueva comunidad internacional que controlase y gestionase de manera conjunta toda la producción alemana y francesa de carbón y de acero.
Dicho control lo llevaba a cabo una alta autoridad común compuesta por funcionarios internacionales independientes. Por lo tanto, suponía que Francia y Alemania renunciasen al control sobre unas materias primas que eran esenciales para una guerra. Ello constituyó una apuesta revolucionaria, al poner fin al antagonismo histórico entre Francia y Alemania.
Por lo tanto, la idea de Europa la encontramos en el convencimiento de que compartimos una identidad común, una herencia histórica y cultural y, sobre todo, una voluntad de avanzar juntos.
Continuamos construyendo Europa
Son numerosos los retos a los que nos enfrentamos como sociedad europea, pero también son numerosas las oportunidades que se generan de las amenazas y problemáticas que van surgiendo en el viejo continente.
Es ahí cuando los proyectos europeos entran en acción, dispuestos a aprovechar dichas oportunidades y a resolver dichos problemas. ¿Cómo? Con una perspectiva integradora mediante la unión de entidades, procedentes de diversos países, que se asocian con una idea en común que contribuye a mejorar la vida de la ciudadanía europea y que es posible materializar gracias al apoyo financiero de la UE.
En Fundación Equipo Humano gestionamos proyectos europeos muy diversos que abordan cuestiones tales como la internacionalización y el mercado único, el emprendimiento, la innovación en la formación profesional, la movilidad sostenible, la economía circular y la inteligencia artificial, entre otros.
Con cada uno de nuestros proyectos procuramos reforzar los cimientos de esta idea de Europa que, especialmente ahora, necesita mantener su solidez.