
Según datos de 2013, el 39% de las empresas europeas declaró sufrir un desajuste entre su oferta y demanda de cualificaciones. La Unión Europea sitúa la corrección de este desajuste en el centro de sus políticas para la mejora de la competitividad de las empresas y los niveles de empleo.
Existe un discurso hegemónico entre los medios de comunicación, la arena política y los informes de grandes consultoras que subraya la falta de cualificaciones disponibles en el mercado de trabajo. Sin embargo, el centro de inteligencia europeo para la formación profesional -CEDEFOP- cuestiona la simplicidad de este discurso en su informe “Skills shortages and gaps”, publicado en 2015.
Durante los años de crisis económica, el creciente desempleo implicó una mayor disponibilidad de talento en el mercado. Es una realidad que los avances tecnológicos han ampliado –y continuarán haciéndolo- la demanda de cualificaciones escasas o inexistentes. Sin embargo, CEDEFOP concluye que junto a esta genuina falta de cualificaciones, especialmente presentes en pymes orientadas a mercados internacionales de sectores próximos a la frontera tecnológica, existe una escasez meramente “aparente” de talento. Esta escasez auto-percibida está ligada en realidad «a la falta de compromiso de la empresa por la gestión de su talento, ofertas de baja calidad (salarios, condiciones de trabajo, inseguridad), inversión inadecuada en formación para sus profesionales y otras prácticas ineficientes de gestión de recursos humanos” (CEDEFOP, 2015).
De hecho, entre el 60% y el 80% de las pymes que declaran subjetivamente sufrir un desajuste entre la oferta y demanda de cualificaciones, adolecen de una gestión subóptima de su talento. Aquellas pymes más alejadas de la frontera tecnológica, con necesidad de trabajadores manuales cualificados demostraron un importante margen para la mejora en la gestión de su talento.

Según el CEDEFOP, a mayor compromiso de una empresa con la gestión de su talento, menor desajuste real entre la oferta y demanda de competencias. La atracción, desarrollo y retención del talento permitirá a las empresas ganar competitividad. En un contexto de reactivación del mercado laboral, las empresas que afronten la recuperación con la misma gestión anémica del talento que ha bastado hasta ahora pueden sufrir dificultades para atraer y retener profesionales. Pero también puede ser la oportunidad perfecta para desmarcarse de sus competidores, incorporando y desarrollando profesionales a través de una política adecuada de gestión del talento.
